DEMIREL EL JUGUETÓN
miércoles, 5 de marzo de 2008
El fútbol es así, el partido no acaba hasta que el árbitro pita el final, etc... Si son tópicos pero podrían aplicarse, sin ninguna reserva, a la noche de Champions que se vivió ayer en Sevilla.
El portero del Fenerbaçhe decidió primero dar la eliminatoria al Sevilla y después, en la tanda de penaltis, quitársela. Dichoso Demirel.
El partido comenzó de la mejor manera para el equipo del Nervión con dos goles en los primeros ocho minutos. El primero de ellos tras un cañonazo, eso sí, centrado de Alves en el lanzamiento de una falta que el portero turco solo hizo que meter dentro de la portería. El segundo, seis minutos después, con un impresionante disparo de Keita que de nuevo se comió Volkan Demirel.
En este punto de partido, con 82 minutos por jugarse aún, el Sevilla ya tenía encarrilada la eliminatoria. El Fenerbaçhe necesitaba dos goles para hacerse con la eliminatoria y aquí empezaron los problemas sevillistas, sobre todo en defensa donde la seriedad brillaba por su ausencia con un Dragutinovic peleado siempre con Kezman y fuera de sitio y del partido una y otra vez.
El mediocampista Deivid colocó, tras un córner, el 2-1 en el marcador que tan sólo sembraría algunas dudas ya que a los pocos minutos Kanouté enchufó el 3-1 que tranquilizaba a su hinchada.
Y pasó lo que tenía que pasar
En la reanudación el guión estaba muy claro. El Sevilla a dormir y controlar el partido y el Fenerbaçhe lanzándose en picado al ataque auspiciado por un Deivid que siempre estaba donde debía y Alex que jugaba una y otra vez la bola con gran clase y acierto.
En el minuto 77, otra vez tras un lío de la defensa sevillista y a balón parado como en el primer gol, el 99 otomano igualó la eliminatoria que ya no se decantaría para ninguno de lo contendientes hasta los lanzamientos desde el punto de penalti.
En la prórroga 30 minutos sin historia en los que, sobre todo en la segunda parte, el Fenerbaçhe se apuntaló atrás y fue a muerte en cada balón frenando una y otra vez cada acometida sevillista.
Ya en los penaltis el Palop-paralotodo de otras ocasiones no pudo hacer nada sin la colaboración de sus compañeros.
El portero sevillista atajó un penalti pero Escudé, Maresca y Dani Alves no estaban por la labor y Demirel había decidido quitar el caramelo de la boca de los andaluces, niños en esta noche de Champions.
Finalmente el Sevilla termina su andadura por Europa, este año sin título de por medio, y el Fenerbaçhe hace historia metiéndose por primera vez entre los 8 mejores equipos del continente.
El portero del Fenerbaçhe decidió primero dar la eliminatoria al Sevilla y después, en la tanda de penaltis, quitársela. Dichoso Demirel.
El partido comenzó de la mejor manera para el equipo del Nervión con dos goles en los primeros ocho minutos. El primero de ellos tras un cañonazo, eso sí, centrado de Alves en el lanzamiento de una falta que el portero turco solo hizo que meter dentro de la portería. El segundo, seis minutos después, con un impresionante disparo de Keita que de nuevo se comió Volkan Demirel.
En este punto de partido, con 82 minutos por jugarse aún, el Sevilla ya tenía encarrilada la eliminatoria. El Fenerbaçhe necesitaba dos goles para hacerse con la eliminatoria y aquí empezaron los problemas sevillistas, sobre todo en defensa donde la seriedad brillaba por su ausencia con un Dragutinovic peleado siempre con Kezman y fuera de sitio y del partido una y otra vez.
El mediocampista Deivid colocó, tras un córner, el 2-1 en el marcador que tan sólo sembraría algunas dudas ya que a los pocos minutos Kanouté enchufó el 3-1 que tranquilizaba a su hinchada.
Y pasó lo que tenía que pasar
En la reanudación el guión estaba muy claro. El Sevilla a dormir y controlar el partido y el Fenerbaçhe lanzándose en picado al ataque auspiciado por un Deivid que siempre estaba donde debía y Alex que jugaba una y otra vez la bola con gran clase y acierto.
En el minuto 77, otra vez tras un lío de la defensa sevillista y a balón parado como en el primer gol, el 99 otomano igualó la eliminatoria que ya no se decantaría para ninguno de lo contendientes hasta los lanzamientos desde el punto de penalti.
En la prórroga 30 minutos sin historia en los que, sobre todo en la segunda parte, el Fenerbaçhe se apuntaló atrás y fue a muerte en cada balón frenando una y otra vez cada acometida sevillista.
Ya en los penaltis el Palop-paralotodo de otras ocasiones no pudo hacer nada sin la colaboración de sus compañeros.
El portero sevillista atajó un penalti pero Escudé, Maresca y Dani Alves no estaban por la labor y Demirel había decidido quitar el caramelo de la boca de los andaluces, niños en esta noche de Champions.
Finalmente el Sevilla termina su andadura por Europa, este año sin título de por medio, y el Fenerbaçhe hace historia metiéndose por primera vez entre los 8 mejores equipos del continente.
